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¿Qué se considera negligencia médica?

¿Alguna vez has sufrido una mala praxis médica y no sabes cómo reclamar tus derechos? 

La negligencia médica es un tema delicado y por ello es fundamental conocer las diferentes vías de reclamación que existen para hacer valer tus derechos. Tanto la vía administrativa como la civil o penal pueden ser opciones viables, según el caso. 

En este artículo, te explicaremos en detalle cada una de estas vías y los pasos necesarios para presentar una reclamación por negligencia médica. 

Vías de reclamación para poner una demanda por negligencia médica

¿Tienes dudas sobre en qué ámbito jurídico se resuelven los conflictos por negligencias médicas? Basándonos en la reforma de la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial en 2023, queda ahora más claro el marco normativo:

Vía administrativa

Es recomendable acudir a la vía administrativa cuando la lesión o el daño sufrido por el paciente es menor o moderado, y se busca una solución rápida y menos costosa que un proceso judicial.

Pero también habría que acudir a esta vía en los siguientes casos:

  • La negligencia ocurre en centros sanitarios públicos, con personal perteneciente al mismo.
  • Cuando tanto entidades públicas y privadas estén involucradas en la negligencia médica.
  • Cuando se quiere actuar directamente contra la aseguradora de la Administración junto a la propia Administración.
  • Cuando las reclamaciones por responsabilidad patrimonial se dirijan contra personas u organismos públicos o privados indirectamente responsables de la negligencia.

Es necesario intentar un acuerdo extrajudicial para poder reclamar en el ámbito contencioso-administrativo. Este paso previo puede evitar en muchas ocasiones la necesidad de llegar a la vía judicial. 

Además, los organismos públicos disponen de un seguro de responsabilidad civil que es el encargado de atender las reclamaciones por negligencia médica.

Vía civil

La otra vía a la que se debe acudir cuando la negligencia médica se comete en un centro de salud privado, con personal privado, es la civil. 

Existen dos situaciones en las que corresponde la vía civil:

  • Cuando el paciente acude a un centro sanitario privado o a un médico privado y se produce una negligencia médica en el marco de un contrato previo. En este caso, la entidad o el facultativo tienen la obligación de indemnizar al paciente por la negligencia médica o por no cumplir las condiciones establecidas en el contrato.
  • En ausencia de una relación contractual previa, se aplica el artículo 1902 del Código Civil, que establece que «el que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado».

Vía penal

 La vía penal es una opción que se puede utilizar en casos extremos de negligencia médica en los que se hayan producido lesiones graves o incluso la muerte del paciente. 

Esta vía, fundamentada en el artículo 109 del Código Penal, busca responsabilizar penalmente al profesional de la salud involucrado en la negligencia por sus acciones u omisiones para reparar el daño que causó.

¿Qué pasos hay que dar para reclamar por negligencia médica?

En primer lugar, es recomendable contar con el asesoramiento de un abogado especializado en derecho sanitario para que guíe en el proceso.

Entre los pasos a seguir se encuentran:

1.Obtener toda la documentación médica

Es fundamental recopilar todos los informes médicos, análisis, pruebas, facturas y cualquier otro documento relacionado con el caso. Esto permitirá tener una visión completa y detallada de lo ocurrido y será necesario para presentar la reclamación.

2.Notificar al centro médico o profesional involucrado de la reclamación

Antes de presentar una reclamación formal, es recomendable informar al centro médico o al profesional involucrado en la negligencia sobre lo ocurrido. Esta notificación puede realizarse de forma escrita o verbal, y es recomendable guardar una copia de esta comunicación.

3.Aportar todas las pruebas y testimonios necesarios que respalden la reclamación

Para que la reclamación sea efectiva, es fundamental aportar todas las pruebas y testimonios que se tengan sobre el caso. 

Estas pruebas pueden incluir informes médicos, testigos, fotografías y la evaluación de un perito, al que el abogado acudirá para que determine si existió o no negligencia.

4.Presentar la reclamación ante el correspondiente organismo administrativo o ante los tribunales

Dependiendo de la gravedad del caso y la vía elegida para presentar la reclamación (administrativa, civil o penal), se deberá presentar la reclamación ante el organismo administrativo correspondiente o ante los tribunales:

Si se trata de un caso en la sanidad pública y se opta por el proceso contencioso-administrativo, el plazo para presentar la reclamación es de 1 año. 

En cambio, si la negligencia médica se produjo en un centro de salud privado y se decide seguir la vía civil, el plazo para reclamar es de 5 años si se trata de responsabilidad contractual, y de 1 año en caso de responsabilidad extracontractual. 

Es importante tener en cuenta estos plazos para no perder el derecho a reclamar la indemnización correspondiente.

¿Dónde presentar la demanda?

En el caso de los centros médicos públicos, se puede presentar la demanda ante los juzgados de lo contencioso-administrativo. En el caso de los centros médicos privados, la demanda se puede presentar ante los juzgados de primera instancia.

Es importante tener en cuenta que, en algunos casos, los centros médicos pueden tener establecido un procedimiento interno para resolver conflictos o reclamaciones por negligencia médica, por lo que se recomienda informarse sobre el mismo antes de tomar una decisión. 

En cualquier caso, siempre es recomendable contar con el asesoramiento de un abogado especializado en derecho sanitario antes de iniciar cualquier proceso.

Qué es la preterición

¿Te imaginas que tu padre muere y te deja al margen de la herencia? ¿Esto es legal? La preterición es algo que ocurre más de lo que piensas y puede causar situaciones familiares molestas. 

Si estás en proceso de redacción de tu testamento o eres heredero y temes haber sido preterido, es importante que conozcas tus derechos y cómo evitar o reclamar una preterición. En este artículo, te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre la preterición y cómo proteger tus derechos hereditarios. 

¿Qué es la preterición y cuándo se produce?

La preterición es una figura jurídica que se produce cuando el testador olvida o excluye a uno o varios herederos forzosos en el testamento. Esto puede suceder de manera voluntaria o involuntaria y puede generar consecuencias legales importantes en la distribución de la herencia.

  • La preterición se considera involuntaria cuando el testador desconoce la existencia de un heredero forzoso en el momento de la redacción del testamento o cuando no le otorga la porción que le corresponde por ley. 
  • Por otro lado, se considera voluntaria cuando el testador tiene conocimiento de la existencia del heredero forzoso y decide excluirla de forma intencional.

En ambos casos, la preterición puede generar una serie de conflictos legales entre los herederos y legatarios de la herencia. Por esta razón, es importante conocer las leyes relacionadas con la sucesión testamentaria y tomar las medidas necesarias para evitar la preterición en la redacción del testamento, como incluir una cláusula de salvaguardia o realizar una donación en vida.

¿Quiénes son los herederos forzosos y qué derechos tienen?

Los herederos forzosos son aquellas personas que tienen derecho a una parte de la herencia de forma obligatoria, independientemente de lo que el testador haya dispuesto en el testamento. Estos herederos son el cónyuge, los descendientes y, en caso de que no existan estos últimos, los ascendientes.

Los herederos forzosos tienen derechos específicos, entre los que destaca el derecho a recibir su legítima, que es una porción de la herencia que no puede ser inferior a la que les corresponde por ley. Esta legítima puede ser reclamada en caso de preterición involuntaria, que ahora veremos en qué consiste, y es inembargable e inalienable.

Además, los herederos forzosos tienen derecho a impugnar el testamento en caso de preterición voluntaria o de que la distribución de la herencia no se ajuste a lo establecido por la ley. En caso de que el testamento sea anulado, los herederos forzosos recibirán su legítima correspondiente y se redistribuirán los bienes de la herencia de acuerdo a las disposiciones legales aplicables.

Es importante conocer quiénes son los herederos forzosos y sus derechos para evitar la preterición y garantizar que la distribución de la herencia se realice de manera justa y de acuerdo a las leyes.

En cualquier caso, es importante contar con el asesoramiento de un abogado especializado en herencias para conocer las posibles consecuencias.

¿Qué tiene que hacer el heredero preterido para reclamar?

Como hemos dicho más arriba, el heredero preterido es aquel que ha sido omitido en el testamento, ya sea de forma involuntaria o voluntaria, y no ha recibido la parte que le corresponde de la herencia. En estos casos, el heredero preterido tiene derecho a reclamar su legítima, que es una porción de la herencia que no puede ser inferior a la que le corresponde por ley.

Para reclamar su legítima, el heredero preterido puede presentar una demanda ante los tribunales competentes, solicitando la impugnación del testamento y la restitución de sus derechos hereditarios. Es importante contar con la asesoría de un abogado especializado en herencias para llevar a cabo este proceso.

Puede darse el caso de que el heredero preterido tenga que acreditar su parentesco con el causante y demostrar que ha sido omitido en el testamento de forma injustificada. Una vez que se demuestre la preterición, el heredero preterido tendrá derecho a recibir su legítima correspondiente y a participar en la distribución de la herencia de acuerdo a lo establecido por la ley.

Es importante tener en cuenta que el plazo para reclamar la preterición es de cuatro años a partir del fallecimiento del causante. 

¿Qué tipo de bienes son inembargables?

En ocasiones, puede ocurrir que tengas que hacer frente al pago de una deuda sin tener el dinero suficiente para saldarla. En estos casos, es posible que tengas que recurrir a tu patrimonio o a tus bienes para hacer frente al pago.

No obstante, no todos los bienes son embargables. ¿Te gustaría saber cuáles de tus bienes son inembargables? En este artículo te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre los bienes inembargables.

¿Qué son bienes inembargables?

Los bienes inembargables son aquellos que no pueden ser embargados por orden judicial. Es decir, son bienes que están protegidos por la ley y que no pueden ser objeto de una acción de embargo por parte de los acreedores.

Estos bienes son de vital importancia para garantizar la subsistencia y la protección de las personas frente a situaciones de crisis económicas.

Tipos de bienes inembargables que existen en España

La inembargabilidad en España está recogida en el art. 605 y 606 de la Ley de Enjuiciamiento Civil. Y podemos diferenciar los siguientes tipos de bienes inembargables:

1. Bienes absolutamente inembargables

Los bienes absolutamente inembargables son aquellos que, por su naturaleza, no pueden ser embargados bajo ninguna circunstancia. Algunos ejemplos de bienes absolutamente inembargables son:

  • Los bienes inalienables e imprescriptibles del Estado, como los monumentos históricos o el patrimonio artístico y cultural.
  • Derechos accesorios que no son alienables, con independencia del principal. Esto quiere decir que no son susceptibles de apropiación o cesión sin el bien principal porque dependen de este.
  • Carecen de valor patrimonial. Son aquellos bienes cuyo valor es escaso o nulo, ya que su embargo no serviría para realizar el pago correspondiente. Un ejemplo de este caso serían derechos que sean inherentes a la persona y no se puedan transmitir, por ejemplo, el derecho a la vida, al honor o a la intimidad familiar.
  • Bienes declarados inembargables por ley: se encontrarían en esta situación los bienes inalienables (bienes patrimoniales del Estado, de las Comunidades Autónomas y de las entidades locales, además de los bienes de la Hacienda Pública y la Seguridad Social). Además, podríamos incluir las concesiones por carretera o la propiedad forestal.

2. Bienes inembargables

Por otro lado, los bienes inembargables son aquellos que, aunque pueden ser objeto de embargo, están protegidos por la ley en determinadas circunstancias. Algunos ejemplos de bienes inembargables en España son:

  • Mobiliario y menaje de la casa, así como la ropa del ejecutado y su familia, y alimentos
  • Libros, material académico o herramientas para el ejercicio de su profesión u oficio.
  • Bienes relacionados con el culto religioso.
  • El salario y pensiones no contributivas, siempre que no excedan el valor del salario mínimo interprofesional.

¿Qué pasa si el salario supera el SMI (salario mínimo interprofesional)?

La legislación española establece que existen valores mínimos de salarios, pensiones o retribuciones equivalentes que son inembargables. Es decir, si el deudor gana el salario mínimo interprofesional, ese dinero no puede ser embargado.

Sin embargo, cuando el salario supera el SMI, es legal realizar un embargo parcial, que se está determinada por la siguiente escala:

  • Si ganas el doble, esto es hasta 2 veces el SMI, se puede embargar el 30 %.
  • Si la cantidad adicional triplica al SMI, se podrá embargar el 50%.
  • Si el importe supera hasta 4 veces el SMI, el embargo llegaría al 75%.
  • Todo lo que exceda de los 4 salarios mínimos interprofesionales, es embargable en un 90%.

Los jueces tienen la facultad de aplicar descuentos entre el 10% y el 15% del porcentaje permitido en determinadas circunstancias. Este beneficio se evalúa específicamente teniendo en cuenta si el deudor tiene cargas familiares.

¿Podrían embargarme un bien inembargable?

No debería ser posible embargar bienes inembargables según la legislación española (Ley de Enjuiciamiento Civil). Según esta, cualquier embargo será nulo de pleno derecho cualquier embargo que se realice sobre los tipos de bienes que hemos mencionado anteriormente.

Si se hiciese efectivo ese embargo por alguno de esos bienes, el afectado puede reclamarlo y acordar la nulidad del embargo. En el caso de que esto suceda, es importante que la persona afectada presente los documentos que acrediten que el bien es inembargable y solicitar la rectificación del error ante las autoridades competentes.

Para ello, te recomendamos que contrates a uno de nuestros abogados especialistas en embargos. Consúltanos sin compromiso para asesorarte sobre qué bienes son inembargables y cuáles no.

El Tribunal de Justicia de la UE dictamina que el descanso diario no debe formar parte del período del descanso semanal

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha dictaminado que el período de descanso diario no forma parte del período de descanso semanal, sino que se suma a este, aunque lo preceda directamente.

Además, ha señalado que el descanso diario debe concederse independientemente de la duración del descanso semanal establecido por la normativa nacional aplicable.

Esta decisión se ha tomado en respuesta a una pregunta prejudicial planteada por un tribunal húngaro por la demanda interpuesta de un trabajador de la empresa ferroviaria del país.

El empleado impugnó ante un tribunal la decisión de su empleador de no concederle un período de descanso diario de al menos 11 horas consecutivas cuando este período de tiempo va precedido o seguido de un período de descanso semanal o de un período de vacaciones.

La Directiva 2003/88 del Parlamento Europeo y del Consejo establece que el trabajador puede disfrutar en cada período de 24 horas de un descanso diario.

Por su parte, la empresa alegaba que, como el convenio colectivo aplicable en el presente caso concede un período de descanso semanal mínimo superior (al menos 42 horas) al exigido por la Directiva (24 horas), su empleado no se ve perjudicado por su decisión. Ante esto, el Tribunal de Justicia declara que “los Estados miembros deben velar por que el efecto útil de esos derechos quede completamente asegurado, haciendo que los trabajadores se beneficien efectivamente de los períodos mínimos de descanso diario y semanal establecidos en esta Directiva”.

¿Qué objetivos tiene la Directiva?

La Directiva 2003/88 establece disposiciones mínimas destinadas a mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores mediante una armonización de las normas nacionales relativas, en concreto, a la duración del tiempo de trabajo.

Así, los Estados miembros tienen la obligación de adoptar las medidas necesarias para que todos los trabajadores disfruten, respectivamente, de:

  • Un período mínimo de descanso de 11 horas consecutivas en el curso de cada período de 24 horas.
  • Y, por cada período de siete días, de un período mínimo de descanso ininterrumpido de 24 horas, al que se añadirán las 11 horas de descanso diario establecidas en el artículo 3.

En consecuencia, según el fallo, los criterios que los Estados miembros definan para garantizar la aplicación de las disposiciones de la Directiva 2003/88 no pueden vaciar de contenido los derechos consagrados en el artículo 31, apartado 2, de la Carta y en los artículos 3 y 5 de esta Directiva.

Asimismo, el Tribunal de Justicia destaca que los períodos de descanso diario y semanal son dos derechos autónomos que persiguen objetivos distintos. Por tanto, es necesario garantizar a los trabajadores el disfrute efectivo de cada uno de estos derechos.

El Tribunal de Justicia declara que “una situación en la que el descanso diario forma parte del descanso semanal vacía de contenido el derecho al descanso diario, privando al trabajador de su disfrute efectivo cuando disfruta de su derecho al descanso semanal”.

Además, la Directiva establece que los trabajadores deben tener un tiempo mínimo de descanso diario, así como un tiempo de descanso semanal y anual. El objetivo es proteger la salud de los trabajadores, evitar la fatiga y el estrés, y garantizar que los trabajadores puedan desempeñar sus tareas de manera segura y efectiva.

Es importante que los empleadores cumplan con la legislación sobre el tiempo de trabajo y descanso, ya que esto no solo beneficia a los trabajadores, sino que también puede mejorar la productividad y reducir los riesgos de accidentes laborales. Además, la Directiva 2003/88 establece medidas especiales para ciertos grupos de trabajadores, como los trabajadores nocturnos, para garantizar que tengan condiciones de trabajo seguras y saludables.En definitiva, el Tribunal determina que la normativa húngara no puede privar al trabajador del descanso diario y este debe considerarse independiente del descanso semanal estipulado por la normativa nacional aplicable.

Alegaciones aclaratorias y complementarias: ¿en qué consisten y en qué se diferencian?

En un juicio o en una demanda, cuando alguien presenta pruebas y documentos, la otra parte puede decir algo sobre ellos. Eso se llama una alegación. Hay dos tipos de alegaciones: aclaratorias y complementarias.

La admisión de alegaciones complementarias o aclaratorias es una excepción al principio de preclusión, según lo establecido en el artículo 400 de la LEC, que establece que los hechos y fundamentos de derecho deben ser presentados en un momento determinado.

El principio de preclusión en las alegaciones de las partes, como se describe en el artículo 412 de la LEC, tiene como objetivo garantizar la igualdad de armas y la contradicción en el proceso. Por lo tanto, el artículo 426 de la LEC permite únicamente la presentación de alegaciones complementarias, aclaratorias o rectificaciones de pretensiones secundarias. No se permite la presentación de alegaciones principales que modifiquen la pretensión original. Esto es para proteger la debida garantía del proceso.

¿Quieres saber más en qué consiste cada una y en qué se diferencia? Te lo detallamos todo a continuación.

¿Qué son las alegaciones aclaratorias y las alegaciones complementarias?

Las alegaciones aclaratorias se usan cuando se quiere corregir o aclarar algo que se ha dicho antes. Las alegaciones aclaratorias son como decir «eso no es lo que yo quise decir». Es como si alguien te escucha y entiende mal lo que dices, y tú le explicas lo que querías decir.

Por otro lado, las alegaciones complementarias (según el art. 426.1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil) se usan cuando se quiere agregar información que no se mencionó antes. Las alegaciones complementarias son como decir «aquí hay más información que no mencioné antes». Es como si alguien te pregunta sobre algo y tú no le das toda la información en ese momento, pero luego te das cuenta de que hay más que decir y se lo dices después.

En resumen, las alegaciones aclaratorias se usan para corregir o aclarar algo que se ha dicho antes, mientras que las alegaciones complementarias se usan para agregar información que no se mencionó antes. Ambas son importantes en un juicio o en una demanda, ya que ayudan a tener una mejor comprensión de lo que sucedió.

¿Qué dice el art. 426 de la Ley de Enjuiciamiento Civil sobre las alegaciones complementarias y aclaratorias?

Es importante destacar que una de las condiciones para que una alegación complementaria sea aceptada es que no modifique sustancialmente las pretensiones ni los fundamentos de derecho establecidos en los escritos de demanda o contestación.

Es preciso recordar que el momento procesal adecuado para presentar las alegaciones complementarias y aclaratorias es durante la Audiencia Previa, justo antes de la resolución de las excepciones procesales.

Por ello, recomendamos que en el momento en el que el juez nos solicite que ratifiquemos nuestros escritos de demanda o contestación, aprovechemos esta oportunidad para presentar nuestras alegaciones complementarias y aclaratorias.

Ten en cuenta también que la parte demandante tiene la opción de presentar alegaciones complementarias si la parte demandada introduce nuevos hechos en su contestación a la demanda, en relación con las excepciones materiales que puede plantear, como los hechos impeditivos, extintivos y excluyentes.

Sin embargo, si la parte demandada se limita a negar los hechos expuestos por la parte demandante o a negar la consecuencia jurídica, no sería apropiado presentar alegaciones complementarias.

Diferencias principales entre alegaciones aclaratorias y complementarias

Veamos las diferencias clave entre las alegaciones aclaratorias y complementarias:

Puntos clave de las alegaciones aclaratorias:

  • Se usan para corregir o aclarar algo que se ha dicho antes.
  • Buscan corregir un malentendido o una mala interpretación de lo que se dijo anteriormente.
  • No añaden nueva información, sino que aclaran o corrigen la información ya existente.
  • Se presentan en respuesta a algo que se ha dicho o presentado previamente.
  • Ejemplos de alegaciones aclaratorias: «quería decir que el accidente ocurrió a las 3 pm, no a las 4 pm» o «lo que dije anteriormente no refleja correctamente mis intenciones».

Puntos clave de las alegaciones complementarias:

  • Se usan para agregar información que no se mencionó anteriormente.
  • Proporcionan información adicional que puede ser importante para el caso.
  • No están destinadas a corregir o aclarar algo que se haya dicho anteriormente.
  • Se presentan cuando se descubre nueva información o cuando se olvidó mencionar algo importante anteriormente.
  • Ejemplos de alegaciones complementarias: «acabo de encontrar una prueba adicional que refuta la afirmación del otro lado» o «me di cuenta de que no mencioné que el demandado también estuvo presente en el lugar del accidente».

¿Tienes más dudas sobre las alegaciones aclaratorias y complementarias? No dudes en preguntarnos para resolver todas tus dudas.

Causas principales de la nulidad del testamento

Hay diversas causas que pueden provocar la nulidad de un testamento. Sin embargo, este puede ser impugnado en los juzgados. 

La nulidad del testamento es una situación legal que ocurre cuando un testamento no cumple con los requisitos legales necesarios para ser considerado válido. En este caso, el testamento no tendrá efecto y no se podrá ejecutar. 

Esto significa que la herencia queda sin reparto y heredarían aquellos contemplados por la Ley siguiendo el orden de sucesión hereditaria (excepto si el propietario de los bienes estuviera vivo y pudiese hacer un nuevo testamento).

Asimismo, la única persona que puede declarar nulo el testamento es el juez. Por esa razón, para declarar la nulidad habría que interponer un juicio ordinario.

¿Por qué puede declararse nulo un testamento?

Hay varias razones por las que un testamento puede ser declarado nulo:

1. Falta de capacidad

El testador debe tener capacidad legal para hacer un testamento. Si la persona que hace el testamento está bajo coacción o influencia indebida, o si está incapacitada por enfermedad mental o física, el testamento puede ser declarado nulo.

2. Formalidades incorrectas

Las leyes sobre testamentos requieren que se cumplan ciertas formalidades, como la escritura del testamento por escrito y la firma del testador ante dos testigos. Si estas formalidades no se cumplen, el testamento puede ser declarado nulo.

3. Contenido ilegal

El contenido de un testamento no puede ser ilegal o contrario a la moral y a las buenas costumbres. Si un testamento incluye disposiciones que van en contra de estas normas, puede ser declarado nulo.

4. Fraude

Si se demuestra que el testamento fue obtenido mediante fraude o engaño, puede ser declarado nulo.

5. Revocación

El testador puede revocar su testamento en cualquier momento antes de su muerte. Si el testamento ha sido revocado, pero aún se presenta como válido, puede ser declarado nulo.

Es importante destacar que la nulidad de un testamento sólo puede ser declarada por un juez y que el proceso puede ser largo y costoso. Por esta razón, es importante asegurarse de que el testamento cumpla con todos los requisitos legales y de que se haya hecho de manera adecuada para evitar futuros problemas.

¿Qué tipos de nulidad testamentaria existen?

Efectivamente, la nulidad del testamento puede ser total, parcial, absoluta o relativa, dependiendo de la gravedad de la infracción y de la parte del testamento que resulta afectada.

  • Nulidad total: se produce cuando el testamento es nulo en su totalidad, es decir, cuando todas las disposiciones incluidas en él son inválidas.
  • Nulidad parcial: se produce cuando sólo algunas disposiciones del testamento son inválidas y las demás son válidas.
  • Nulidad absoluta: se produce cuando el testamento es nulo por causas graves que afectan su validez, como la falta de capacidad del testador o el fraude.
  • Nulidad relativa: se produce cuando el testamento es nulo por causas menos graves, como la falta de cumplimiento de las formalidades legales requeridas, pero puede ser saneado mediante un proceso legal.

¿Quiénes están legitimados para ejercitar la acción de nulidad del testamento?

Las siguientes personas están legitimadas para ejercitar la acción de nulidad:

  • Los herederos pueden ejercitar la acción de nulidad si creen que el testamento es nulo y que les perjudica.
  • Los legatarios de un testamento anterior.
  • Los acreedores.
  • El Ministerio Fiscal.
  • Otros interesados: cualquier otra persona que tenga un interés legítimo en la situación puede ejercitar la acción de nulidad.

Es importante destacar que la legitimación para ejercitar la acción de nulidad varía dependiendo de la legislación de cada país. Por lo tanto, es recomendable consultar a un abogado especializado en derecho sucesorio para conocer con certeza quiénes están legitimados para ejercitar la acción de nulidad.

¿Cómo impugnar un testamento nulo?

Las personas afectadas pueden hacerlo por cláusulas en contra de herederos legales, legitimarios, herederos o legatarios favorecidos en testamentos anteriores revocados. 

La impugnación se realiza judicialmente solicitando al juez la nulidad total o parcial del testamento. El plazo para impugnar es de 5 años a partir del fallecimiento del testador o la obtención de una copia autorizada del testamento impugnado.

En Práctica Legal contamos con los mejores expertos sobre temas como este de nulidad del testamento y derecho sucesorio. Contáctanos para resolver todas tus dudas y asesorarte de la manera adecuada. 

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La incapacidad laboral puede ser compleja, ¡te explicamos todo!

La incapacidad laboral es una situación por la que pasa un trabajador cuando está imposibilitado para realizar las funciones de su puesto de trabajo; ya sea por una enfermedad común o laboral, o un accidente laboral o no laboral.

Teniendo en cuenta esto, la incapacidad de un trabajador se valora según la gravedad y su evolución. Y sobre todo cómo afecta esa enfermedad al trabajo específico que desempeña esa persona.

Por ello, es importante diferenciar los diferentes tipos de incapacidad laboral para saber cómo solicitar el trámite y si se necesita ayuda profesional de un abogado que te ayude en el proceso. ¡Te resolvemos todas estas dudas aquí!

Tipos de incapacidad laboral

Hablamos de dos tipos de incapacidad laboral: temporal y permanente. 

1. Incapacidad laboral temporal

Este tipo de incapacidad también se le conoce como baja médica y tiene una duración máxima de 12 meses, aunque puede prorrogarse 6 meses más de forma excepcional llegando a los 24 meses.

La incapacidad temporal se produce cuando un trabajador no puede desempeñar su trabajo por una enfermedad o accidente y tiene que recibir asistencia médica temporal.

2. Incapacidad laboral permanente

La incapacidad permanente se da cuando el trabajador, tras estar en tratamiento médico, no evoluciona ni mejora. Por lo que en estos casos no se conoce el tiempo de recuperación o se calcula que la situación de incapacidad puede ser permanente.

Si alguien supera el tiempo máximo de incapacidad temporal, se barajará darle la incapacidad permanente cuando las afecciones se consideren de gran intensidad. 

Para que un trabajador tenga la incapacidad permanente, este debe sufrir una disminución funcional o fisiológica grave que limite o anule su capacidad para trabajar.

La incapacidad laboral permanente se divide a su vez en varios tipos de incapacidad según la gravedad: parcial, total, absoluto, gran invalidez.

Fases para solicitar una incapacidad permanente

La primera fase para solicitar una incapacidad es la vía administrativa, donde deberás reunir toda la documentación sobre el historial clínico. Si se trata de un accidente laboral, también hay que presentar todo lo pertinente a esto. 

Tras esto, y con la ayuda de un abogado especialista en temas laborales, deberás presentar la documentación (de forma presencial o telemática).

Durante el proceso, el solicitante pasará por un tribunal médico o un equipo de valoración de incapacidades (EVI), quien realizará un informe y lo enviará al Instituto Nacional de la Seguridad Social para que este último decida sobre la concesión de la incapacidad.

Si deniegan la incapacidad, se puede reclamar y acudir a la vía judicial. Esta es la vía a la que tienen que recurrir la mayoría, debido a que la Seguridad Social es muy restrictiva en estos casos. Por eso, es importante contar con un abogado especialista que facilite el proceso y determine el grado de incapacidad adecuado. 

Entonces, ¿cuándo es necesario la figura de un abogado?

Aunque en la vía administrativa no es obligatorio contar con un abogado especializado en Derecho Laboral y de la Seguridad Social, sí es recomendable si quieres hacer las cosas bien. 

Ojo, sí será imprescindible contar con un abogado en la segunda fase, la judicial, donde habrá que presentar documentos al juez y argumentos, además de enfrentarse a los letrados de la Seguridad Social. 

Otro factor importante, donde es esencial la presencia de un abogado especialista en incapacidades, es cómo enfocar los informes médicos. Independientemente de su contenido, aquí es clave las habilidades del abogado para seleccionar, exponer y plantear estos informes. 

Por otro lado, ten en cuenta que la vía judicial dependerá de lo aportado en la vía administrativa y del paso por el tribunal médico. 

Por eso, es aconsejable en la primera fase contar con el apoyo de un abogado especialista, quien te asesorará qué documentos son relevantes y cómo afrontar esta situación de la mejor manera posible; así como también, esta figura es importante porque no aportar documentos relevantes puede influirnos de manera negativa (en esta fase y en una posterior delante del juez).

¿Necesitas un abogado especialista en Derecho Laboral para evaluar qué tipo de incapacidad tienes y que te ayude a hacer los trámites para solicitarla? Contáctanos y pregúntanos sin ningún compromiso. 

¿Cuáles son los requisitos para presentar o poner una demanda?

Ya hablamos sobre qué son las demandas en otro de nuestros artículos recientemente. Pero hoy aquí vamos a entrar en detalle sobre cuáles son los requisitos necesarios para presentar una demanda.

Estos requisitos están recogidos en el artículo 23.2 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.

Como dato que destacar, cabe señalar que para poner una demanda es obligatoria la intervención de un abogado o procurador, excepto con los juicios verbales o proceso monitorio donde la cuantía de la reclamación no supere los 2.000 euros.

Requisitos para poner una demanda

A la hora de poner una demanda, debemos tener en cuenta varias cuestiones:

1. Contenido

Todo lo referente al contenido de una demanda se encuentra expreso en el art. 399 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.

Lo primero que habrá que aportar en una demanda son los datos de identificación del demandado y del demandante. Asimismo, hay que detallar un domicilio de ambas partes para que las notificaciones lleguen a su destino.

La segunda cosa importante es numerar y separar los hechos y fundamentos de derecho. Y se fijará con claridad y precisión lo que se pida.

Los hechos deberán narrarse de forma ordenada y el demandado podrá admitirlos o negarlos al contestar.

Además, se expresarán los medios, documentos o instrumentos que se aporten sobre los hechos que se describen y se formularán los razonamientos o valoraciones sobre estos.

2. Fundamentos de Derecho

Es la fundamentación jurídica en la que se apoya el actor. En los fundamentos de Derecho se incluirá:

  • El fondo del asunto planteado.
  • Las alegaciones sobre la capacidad de las partes.
  • Representación.
  • Competencia.
  • Fundamentos legales, leyes y artículos donde se apoyan las pretensiones que se someten al tribunal.
  • Clase de juicio donde se deba sustentar la demanda.

3. Especificar la cuantía de la demanda

Esto deberá exponerlo de forma justificada el demandante en su escrito inicial. Para ello, deberá revisar las reglas de determinación establecidas en los artículos 251 y 252 de la Ley de Enjuiciamiento Civil. Y será un punto clave para determinar el tipo de juicio.

Por lo que, si se reclama una cantidad de dinero determinada, esa será la cuantía de la demanda. Pero si el proceso del objeto es condenar a dar bienes o inmuebles, para fijar la cuantía, se tendrá en cuenta el valor de estos cuando se interpuso la demanda.

Si después de interponer la demanda, hay una alteración del valor de los bienes que son objeto del litigio, no implica la modificación de la cuantía ni del tipo de juicio.

4. Aportar los dictámenes periciales

Será el demandado quien tendrá que solicitar la presencia o no en el juicio el autor de los dictámenes periciales, que deberán entregarse 5 días antes de la audiencia previa.

Si el demandado no puede aportar dictámenes periciales, deberá entregar otros dictámenes para el juicio.

5. Solicitar la designación judicial de perito si es conveniente

El demandante puede solicitar que se proceda a la designación judicial de perito si lo ve necesario o le conviene. Y el Tribunal procederá a la designación si considera pertinente y útil el dictamen pericial solicitado.

La designación de perito también tiene un plazo de 5 días desde la presentación de la contestación a la demanda.

¿Tienes más dudas sobre los requisitos necesarios para poner una demanda? Contáctanos y te asesoraremos sobre cómo presentar la demanda, y te ayudaremos a gestionar todo el trámite desde el minuto uno.

Imagen post qué son las demandas

¿Qué son las demandas y en qué se diferencian de las denuncias y las querellas?

El único punto en común que tienen las demandas, las denuncias y las querellas es que son formas de iniciar un procedimiento judicial. Sin embargo, la vía judicial que se tome en cada una es diferente.

A continuación, en este artículo vamos a ver con detalles qué son las demandas, las denuncias y las querellas, y sus diferencias.

Diferencias entre demandas, denuncias y querellas

Como acabamos decir, la diferencia entre demandas, denuncias y querellas es la vía judicial en la que se va a actuar.

Mientras que la demanda se inicia el procedimiento judicial por la vía civil, mercantil o laboral, la denuncia y la querella son formas de iniciar un procedimiento judicial por la vía penal.

Por ejemplo, si se pretende cobrar un título de valor, se deberá interponer una demanda civil. O cuando se quiere declarar la existencia de un contrato de trabajo, habrá que demandar ante el juez laboral. Sin embargo, la comisión de un homicidio no puede ser objeto de demanda y tendrá que abrirse una investigación de delito por la jurisdicción penal.

Demandas: qué son y para qué sirven

Una demanda es una petición formal escrita que se presenta ante el Tribunal, ya sea civil, laboral o mercantil. A partir de unos hechos apoyados en unos fundamentos de derecho o jurídicos, se motiva la pretensión o reclamación formulada.

Normalmente, tiene que firmarse por el abogado o procurador, a menos que se reclamen cantidades inferiores a dos mil euros.

Además de la demanda ordinaria, está la demanda sucinta, que se hace en los juicios verbales, y las demandas especiales, entre las que se encuentran las demandas de divorcio o separación, división judicial de herencia, posesión, reclamos por incumplimiento de contratos o desahucio por impago, entre otras.

¿Qué son las denuncias?

La denuncia es una comunicación o declaración que se hace ante una autoridad que puede ser la policía, el juez o el Ministerio Fiscal. En ella debe haber la existencia de unos hechos que pueden ser delictivos.

Esta puede ser oral o escrita y será recogida por la autoridad con todo detalle de los hechos denunciados.

No es necesario contar con abogado o procurador para interponer una denuncia.

Algo diferenciador entre denuncia y querella es lo siguiente: quien presencia un delito público está obligado a denunciarlo. En cambio, la querella no es una obligación, sino un derecho donde se manifiesta la intención de ser parte acusadora del procedimiento.

¿Qué son las querellas y qué características presentan?

La querella es un escrito que se presenta ante el Juzgado competente, donde el sujeto que la interpone pone en conocimiento la presunta comisión de un delito y ejercita la acción penal.

En este caso, sí es necesario la presencia de un abogado y procurador.

A diferencia de la denuncia, la querella se caracteriza por:

  • Ser una declaración de voluntad, muestras tu intención de personarte como acusación particular. La denuncia por su parte puede ser anónima.
  • Ser un derecho que corresponde a quien se siente ofendido por un delito.
  • Debe cumplir unos requisitos, que deben estar presentes: tiene que presentarse ante el Juzgado competente o ir firmada por el querellante.
  • Puede requerir una fianza.
  • El querellante forma parte del proceso y esto significa que puede pedir pruebas, actuar y presentar recursos.

Esperamos que con este post sobre qué son las demandas, las denuncias y las querellas, y sus diferencias, hayas aclarado tus dudas. Si no es así y estás en busca de un abogado especializado en demandas y querellas, contacta con nosotros sin ningún compromiso; estaremos encantados de ayudarte.

Imagen Post Negligencia Médica

Qué hacer ante una negligencia médica

Las negligencias médicas son más comunes de lo que pensamos aquí en España. Esto puede deberse a que la Sanidad Pública y Privada no está viviendo su mejor momento con tantos recortes, falta de control, precariedad de medios y ausencia de profesionalidad de los responsables. 

Por tanto, si has detectado una negligencia médica, es importante que sepas qué hacer desde el minuto uno y cuentes con un abogado especialista en negligencias médicas que te asesore en todo momento. 

¿Qué es una negligencia médica? Casos más comunes

Una negligencia médica o mala praxis médica se produce cuando un profesional sanitario no sigue los protocolos o estándares médicos exigibles, ya sea por omisión o por acción, provocando daños físicos y/o morales al paciente.

Algunos casos comunes de negligencia médica son:

  • Errores en el diagnóstico o en su interpretación.
  • Retraso en el diagnóstico.
  • Operaciones con resultados lesivos.
  • Daños producidos por el material quirúrgico u olvido en el interior del paciente.
  • Prescripción errónea de medicamentos
  • Falta de revisión del paciente en el postoperatorio.
  • Muerte del paciente por no prestar asistencia de urgencia.
  • Infecciones intrahospitalarias.
  • No consecución del resultado prometido en cirugía estética voluntaria.
  • Falta de consentimiento informado y de la información previa del acto a realizar con sus consecuencias y alternativas.

¿Qué plazos hay para demandar a un médico por negligencia médica?

Los plazos para reclamar una negligencia médica varían en función de:

  1. El proceso en el que se va a iniciar la reclamación.
  2. El tipo de lesión o daño.
  3. Si la negligencia se ha producido en la sanidad privada o pública.

Si la lesión ha sido provocada por la Sanidad Privada, el proceso tiene carácter civil. La penal solo será para los casos más graves. Tenemos hasta 5 años si tenemos una responsabilidad contractual. 

En el caso de que la lesión proceda de la Sanidad Pública, el proceso tiene carácter administrativo y el tiempo para reclamar los daños es de 1 año. Por lo que hay que agotar antes esta vía antes de acudir a los Tribunales, ya se trate de una lesión o de una muerte.

¿Y qué pasa si la negligencia médica viene por una aseguradora (responsabilidad extracontractual)? Solo habrá 1 año para reclamar los daños ocasionados.

¿Cuáles son los pasos para denunciar?

Una vez que has detectado una negligencia médica, lo primero de todo es contactar con un abogado experto en el tema. En Práctica Legal contamos con los mejores profesionales expertos en derecho sanitario y con experiencia resolviendo este tipo de denuncias; así que no dudes en consultarnos.

En resumen, el proceso para iniciar una reclamación es el siguiente:

  • Identificar la negligencia médica y quién la ha cometido.
  • Si se trata de la Sanidad Pública, hacer un escrito al responsable del hospital y al médico en cuestión. 
  • En este punto, nos encargaremos de realizar un estudio de viabilidad para fundamentar la demanda. Y reuniremos toda la documentación. Aquí habría que incluir el historial médico, recetas y partes de baja. 
  • A continuación, reuniremos los informes periciales. La figura del perito es clave para demostrar que la víctima ha sufrido una negligencia médica.

Y tras este estudio del caso, el abogado determinará si recurrir a la jurisdicción administrativa (Sanidad Pública), a la jurisdicción civil (Sanidad Privada) o a la jurisdicción penal (para los casos más graves, donde puede solicitarse multas o penas de prisión y la inhabilitación del facultativo).

¿Cuánto pueden indemnizarte?

La indemnización por una negligencia médica dependerá del daño físico y/o moral ocasionados, de los años del paciente, de su historial médico y sobre todo de su esperanza de vida. 

Es difícil hacer una aproximación, pero podemos partir de algunos casos donde se han llegado a recibir 120 mil euros por la pérdida de un ser querido. Incluso algunos casos de lesiones crónicas, la indemnización ha ascendido al millón de euros.  

Como puedes imaginar, el estudio de viabilidad de una acción por negligencia médica es complejo y se necesita una figura especialista que pueda guiarte paso a paso en este proceso y evitar que los plazos para presentar reclamaciones se cumplan. 

Ponte en contacto con nosotros aquí si quieres hacernos cualquier pregunta. Estaremos encantados de ayudarte.