¿Cómo demostrar el acoso laboral?

 El acoso laboral es un acto delictivo que está regulado por la Ley de Enjuiciamiento Civil, ya que existe una vulneración de los derechos fundamentales del trabajador. 

La principal barrera que el trabajador se encuentra para denunciarlo es la falta de pruebas para demostrarlo. No obstante, nuestro ordenamiento jurídico ve suficiente que el trabajador aporte indicios que demuestren cualquier sospecha de acoso moral en el ámbito laboral.

Dada la importancia que tiene este tema en la actualidad, desde Práctica Legal queremos explicar la relevancia que tiene la obtención de pruebas, qué tipos de pruebas son válidas, si existe otra forma de demostrarlo y cómo denunciarlo.

¿Qué es el acoso laboral o mobbing?

El acoso laboral, también conocido como mobbing, se refiere a un conjunto de conductas dañinas y hostiles que una persona experimenta en el entorno de trabajo. Estas conductas pueden englobar:

  • Acoso psicológico
  • Hostigamiento o insultos
  • Discriminación
  • Abuso de poder
  • Intimidaciones
  • Vejaciones
  • Degradaciones
  • Humillaciones
  • Rumores falsos

El acoso laboral implica una violencia emocional y verbal constante, como insultos, amenazas y difamación, lo que puede resultar en estrés laboral, daño emocional y consecuencias negativas para la salud mental de la víctima. 

El acoso hacia un trabajador puede ser impulsado tanto por otro compañero como por un superior.

¿Cómo denunciarlo?

Denunciar a la empresa el acoso laboral es el primer paso para intentar poner fin a esta conducta perjudicial en el entorno de trabajo. 

Así que deberás documentar de manera meticulosa y detallada el acoso, incluyendo fechas, testigos y pruebas tangibles como correos electrónicos o mensajes. 

Si la situación persiste o no se aborda adecuadamente, es recomendable buscar asesoramiento legal y presentar una denuncia formal ante las autoridades judiciales. Por esta hay tres formas de hacerlo:

  • Vía laboral: se utiliza cuando el trabajador busca poner fin a su contrato laboral, acceder al subsidio por desempleo y reclamar una indemnización por despido.
  • Vía penal: se emplea cuando la víctima del acoso laboral desea que el acosador se enfrente a consecuencias legales. El Código Penal establece penas que oscilan entre 6 meses y 12 años de prisión por estos delitos, y también permite solicitar una compensación económica por los daños causados.
  • Vía administrativa: si el trabajador trabaja en la administración pública.

¿Qué pruebas necesito para demostrar acoso laboral?

Para demostrar acoso laboral de manera efectiva, se requiere una sólida recopilación de pruebas que respalden las afirmaciones. 

Estas pruebas pueden incluir:

  • Correos electrónicos que lleven una conducta hostil en contra del trabajador (comentarios denigrantes, amenazas, chantajes, mandar tareas degradantes o por debajo de su categoría profesional)
  • Mensajes de WhatsApp y redes sociales (este tipo de pruebas no supone ninguna vulneración a la intimidad ni al secreto de las comunicaciones)
  • Grabaciones de audio
  • Testimonios de testigos
  • Informes médicos que documenten el estrés laboral, 
  • Partes médicos de baja que puedan demostrar que la situación se repite en el tiempo
  • Actas de Inspección de trabajo
  • Informe pericial médico o psicológico

Además, es fundamental llevar un registro detallado de las incidencias, indicando fechas, lugares y descripciones precisas de los incidentes. La consistencia en la documentación es clave. 

Para la vía judicial, además de evidenciar cualquier tipo de prueba, es importante el informe pericial psicológico, donde se valorará y analizará la situación de la víctima. Este informe es de carácter judicial, probatorio, es decir, que los jueces lo tendrán en cuenta.

Contar con un abogado laboral será beneficioso para determinar qué pruebas son necesarias y cómo presentarlas de manera efectiva para proteger los derechos y la integridad de la víctima.

¿Cuáles son las consecuencias legales?

Las personas que han sufrido mobbing en el entorno laboral tienen derecho a recibir una compensación económica. 

Esta compensación guarda similitudes con la que corresponde en casos de despido improcedente, según lo estipulado en el Estatuto de los Trabajadores, que establece el pago de 33 días por año trabajado.

Además, está la posibilidad de acceder a prestaciones por desempleo y a solicitar una compensación adicional por los daños y perjuicios sufridos.

Estas indemnizaciones varían en función de la duración del acoso o de la gravedad de sus consecuencias, y se calcula aplicando el Baremo de Tráfico y la Ley de Infracciones y Sanciones en el Orden Social. 

Ten en cuenta de que en caso de que se recurra a la vía penal, se podrá solicitar una compensación por daños y perjuicios, pero no por despido improcedente, dado que el acosador se enfrentaría a sanciones penales que pueden incluir penas de prisión.

¿Qué es un delito flagrante? Características y todo lo que debes saber

¿Has oído hablar del «delito flagrante»? En este artículo exploraremos en profundidad qué es un delito flagrante, los elementos que lo definen y las consecuencias legales que conlleva. 

También analizaremos el proceso judicial que se sigue en estos casos, ofreciendo una visión completa de este concepto fundamental en el ámbito del derecho penal.

¿Qué es un delito flagrante?

Un delito flagrante, recogido en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, es una infracción de la ley que ocurre de manera inmediata y visible, permitiendo su detección sin necesidad de una investigación exhaustiva. 

En tales casos, los elementos del delito son evidentes y pueden ser percibidos fácilmente por testigos o autoridades. 

Este tipo de delito a menudo involucra acciones como robos, asaltos, agresiones u otros actos ilícitos que se cometen en presencia de testigos o se descubren en el acto. La detención en flagrancia es una medida legal que permite a las autoridades arrestar al infractor de inmediato. 

Características de un delito flagrante

Un delito flagrante es instantáneamente perceptible, con pruebas claras y visibles de la actividad delictiva, como un robo en curso o una agresión presenciada. 

Además, involucra una respuesta inmediata de las autoridades, quienes pueden arrestar al infractor en el acto. La flagrancia también puede implicar la preservación de pruebas cruciales y la protección de la comunidad en tiempo real. 

Por tanto, un magistrado inicia un proceso por delito flagrante cuando se cumplen los siguientes criterios:

  • Inmediatez temporal: el infractor es descubierto en el acto del delito o en un periodo inmediatamente posterior a su comisión.
  • Inmediatez personal: el acto delictivo es presenciado directamente por una o más personas o por las autoridades policiales, sin dejar margen a suposiciones o conjeturas.
  • Relación directa entre el supuesto delincuente y los objetos: para que un acto sea considerado como delito flagrante, debe existir una relación directa con los medios utilizados en la comisión del acto delictivo, así como con los objetos, utensilios y herramientas que se hayan incautado durante su perpetración.

Los objetos e instrumentos encontrados en posesión del delincuente al momento de su captura servirán como pruebas fundamentales y tendrán gran relevancia en el subsiguiente proceso judicial. Por tanto, es esencial conservarlos cuidadosamente y garantizar su adecuada custodia.

Cómo se actúa ante un delito flagrante

Según el artículo 490 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, cualquier persona puede detener:

  • Al que intentara cometer un delito, en el momento de ir a cometerlo.
  • Al delincuente, «in fraganti».

El artículo 492 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece que si es un policía quien presencia el delito flagrante, está obligado a detener a quien comete el delito.

Con esto se busca dos objetivos: en primer lugar, garantizar la disposición judicial del presunto autor de un delito ante las autoridades judiciales; en segundo lugar, prevenir la fuga del supuesto delincuente, evitando así la reiteración de su actividad criminal.

Aunque cualquier persona puede detener a quien comete el delito flagrante, es necesario estar seguro de que está cometiendo un delito, para evitar incurrir en detenciones ilegales.

La persona que efectúa la detención debe solicitar de inmediato la intervención de la policía. Una vez entregado al delincuente a las autoridades, su responsabilidad se limita a evitar una posible fuga y a ponerlo a disposición judicial en un plazo de 24 o 48 horas.

Además, debe garantizar la integridad física del detenido y respetar escrupulosamente sus derechos fundamentales.

Por otra parte, en los casos de delitos flagrantes, no se aplica la presunción de inocencia debido a que, dada su naturaleza, existen pruebas directas de la comisión del delito o de su intento, ya que han sido presenciados por testigos.

Además, estos tipos de delitos suelen ser tramitados mediante el proceso de juicio rápido, ya que pueden ser juzgados de manera más expedita y sencilla.

El registro domiciliario

Es esencial destacar que, en casos de delito flagrante, el derecho fundamental a la inviolabilidad del domicilio establecido en el artículo 18.2 de la Constitución Española se suspende temporalmente. 

En estos escenarios, no se requiere el consentimiento del propietario ni una orden judicial para acceder o registrar la vivienda. Esta medida se justifica en función de la urgencia para detener al autor, prevenir la comisión del delito y asegurar la preservación de pruebas relevantes.

¿Necesitas ampliar información sobre el delito flagrante? Si necesitas un abogado experto en derecho penal, no dudes en contactarnos aquí para asesorarte y guiarte en todo el proceso legal.