¿Qué es un delito flagrante? Características y todo lo que debes saber

¿Has oído hablar del «delito flagrante»? En este artículo exploraremos en profundidad qué es un delito flagrante, los elementos que lo definen y las consecuencias legales que conlleva. 

También analizaremos el proceso judicial que se sigue en estos casos, ofreciendo una visión completa de este concepto fundamental en el ámbito del derecho penal.

¿Qué es un delito flagrante?

Un delito flagrante, recogido en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, es una infracción de la ley que ocurre de manera inmediata y visible, permitiendo su detección sin necesidad de una investigación exhaustiva. 

En tales casos, los elementos del delito son evidentes y pueden ser percibidos fácilmente por testigos o autoridades. 

Este tipo de delito a menudo involucra acciones como robos, asaltos, agresiones u otros actos ilícitos que se cometen en presencia de testigos o se descubren en el acto. La detención en flagrancia es una medida legal que permite a las autoridades arrestar al infractor de inmediato. 

Características de un delito flagrante

Un delito flagrante es instantáneamente perceptible, con pruebas claras y visibles de la actividad delictiva, como un robo en curso o una agresión presenciada. 

Además, involucra una respuesta inmediata de las autoridades, quienes pueden arrestar al infractor en el acto. La flagrancia también puede implicar la preservación de pruebas cruciales y la protección de la comunidad en tiempo real. 

Por tanto, un magistrado inicia un proceso por delito flagrante cuando se cumplen los siguientes criterios:

  • Inmediatez temporal: el infractor es descubierto en el acto del delito o en un periodo inmediatamente posterior a su comisión.
  • Inmediatez personal: el acto delictivo es presenciado directamente por una o más personas o por las autoridades policiales, sin dejar margen a suposiciones o conjeturas.
  • Relación directa entre el supuesto delincuente y los objetos: para que un acto sea considerado como delito flagrante, debe existir una relación directa con los medios utilizados en la comisión del acto delictivo, así como con los objetos, utensilios y herramientas que se hayan incautado durante su perpetración.

Los objetos e instrumentos encontrados en posesión del delincuente al momento de su captura servirán como pruebas fundamentales y tendrán gran relevancia en el subsiguiente proceso judicial. Por tanto, es esencial conservarlos cuidadosamente y garantizar su adecuada custodia.

Cómo se actúa ante un delito flagrante

Según el artículo 490 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, cualquier persona puede detener:

  • Al que intentara cometer un delito, en el momento de ir a cometerlo.
  • Al delincuente, «in fraganti».

El artículo 492 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece que si es un policía quien presencia el delito flagrante, está obligado a detener a quien comete el delito.

Con esto se busca dos objetivos: en primer lugar, garantizar la disposición judicial del presunto autor de un delito ante las autoridades judiciales; en segundo lugar, prevenir la fuga del supuesto delincuente, evitando así la reiteración de su actividad criminal.

Aunque cualquier persona puede detener a quien comete el delito flagrante, es necesario estar seguro de que está cometiendo un delito, para evitar incurrir en detenciones ilegales.

La persona que efectúa la detención debe solicitar de inmediato la intervención de la policía. Una vez entregado al delincuente a las autoridades, su responsabilidad se limita a evitar una posible fuga y a ponerlo a disposición judicial en un plazo de 24 o 48 horas.

Además, debe garantizar la integridad física del detenido y respetar escrupulosamente sus derechos fundamentales.

Por otra parte, en los casos de delitos flagrantes, no se aplica la presunción de inocencia debido a que, dada su naturaleza, existen pruebas directas de la comisión del delito o de su intento, ya que han sido presenciados por testigos.

Además, estos tipos de delitos suelen ser tramitados mediante el proceso de juicio rápido, ya que pueden ser juzgados de manera más expedita y sencilla.

El registro domiciliario

Es esencial destacar que, en casos de delito flagrante, el derecho fundamental a la inviolabilidad del domicilio establecido en el artículo 18.2 de la Constitución Española se suspende temporalmente. 

En estos escenarios, no se requiere el consentimiento del propietario ni una orden judicial para acceder o registrar la vivienda. Esta medida se justifica en función de la urgencia para detener al autor, prevenir la comisión del delito y asegurar la preservación de pruebas relevantes.

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