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Qué es la residencia fiscal y qué requisitos deben establecerse para ser residente fiscal en España

Muchos pasan tiempo en otros países y pueden olvidarse de pagar un IRPF específico (según sean residente o no) cuando presenten la declaración de la renta.

Por lo que ser residente o no en un Estado va a determinar los impuestos que tiene que presentar el contribuyente en ese Estado. En otras palabras, la residencia fiscal es el lugar donde un individuo tiene sus obligaciones fiscales, tiene que pagar sus impuestos y declarar sus rentas.

Pero, ¿cómo saber si eres residente fiscal en España? ¿Hay alguna forma de comprobarlo? Para asegurarte debes dirigirte al artículo 9 de la Ley de IRPF de la Hacienda Pública española, donde se establecen los criterios para que una persona física sea residente fiscal.

Criterios para establecer la residencia fiscal en España

Se determinan 3 criterios principales para determinar si una persona física es residente en nuestro país:

1. Permanencia de más de 183 días de año natural en territorio español

Para calcular este periodo no se computan las ausencias esporádicas, como las vacaciones. Es decir que los 183 días no tienen por qué computarse de forma continua.

Asimismo, las obligaciones en contratos de colaboración humanitaria o cultural, no se contabilizarán como estancia en España.
Y si alguien reside en paraísos fiscales en España, la administración tributaria podrá exigir que se demuestre la permanencia durante 183 días en el año natural.

2. Vínculos económicos

El segundo criterio está relacionado con las bases de sus actividades o intereses económicos (directa o indirecta).
Este es el lugar en el que al menos se genera más del 50 % de los ingresos o aquel desde donde diriges tu negocio o se toman decisiones financieras, económicas o empresariales, aunque la empresa no esté situada en ese país.

3. Vínculos personales

Si tus hijos menores de edad, dependientes de ti, y tu cónyuge (del que no estás separado legalmente) tienen su residencia habitual en España, también se te considerará a ti residente fiscal en territorio español, excepto si se demuestra lo contrario.

En resumidas cuentas, si estás en España más de 183 días o tienes las bases de tu negocio en este territorio, tienes residencia fiscal en España, excepto cuando presentes otro certificado de residencia fiscal en otro país. Será suficiente cumplir con uno de estos dos criterios y no con los dos.

Sin embargo, el tercer requisito se trata de una presunción automática que se puede anular si se demuestra que, aunque tus hijos vivan en Almuñécar, tú resides en Alemania y viajas para verlos cuando puedes.

¿Por qué es importante el concepto de residencia fiscal?

Un residente fiscal en un Estado tiene la obligación de declarar todas sus rentas en ese Estado. Es decir, las rentas totales, independientemente del país desde el que se paguen.

Esto quiere decir que, aunque una persona física haya obtenido sus rentas en otros países, pero sea residente fiscal en España, está obligado a integrar todas sus rentas en la declaración de IRPF.

Por otro lado, es importante destacar que nadie puede ser residente fiscal en más de un país durante un mismo ejercicio.

¿Qué ocurre cuando es difícil demostrar la residencia fiscal de un Estado?

Para evitar la tributación en ambos países, existe una resolución de conflictos en la que los Estados establecen un convenio. Estas son las reglas que se aplicarán para determinar la residencia entre dos países (por el siguiente orden):

  • Tener una vivienda permanente. Si no la tiene en ningún Estado o la tiene en ambos, se aplicará la siguiente regla.
  • El lugar donde tenga relaciones económicas y personales más estrechas. Por ejemplo, la escuela de los niños, el gimnasio u otros lugares al que se acuda con asiduidad.
  • El sitio donde vivas de forma habitual (aunque no llegues a los 183 días del año natural).
  • Si con ninguna de las reglas anteriores se llega a un acuerdo, habrá que recurrir a su nacionalidad. Aunque puede ocurrir que sea de otra nacionalidad diferente a la de los dos países en cuestión.
  • Entonces, serán los dos Estados quienes tomen una decisión final.

Teniendo en cuenta que pueden darse estos conflictos, es necesario demostrar dónde vives o que tienes intereses en ese país. ¿Y cómo acreditar a la administración la residencia? Bastará con un contrato de vivienda, las escrituras, las facturas de luz o agua, o incluso con un extracto bancario con el que podrán comprobar las bases de tu actividad o intereses.

¿Cuándo se pierde la condición de residente fiscal en España?

A diferencia de otros Estados, la residencia fiscal en España implica la tributación de todo el año natural (del 1 de enero al 31 de diciembre); no aceptando una fragmentación por cambio de residencia. Esto hace que entre en conflicto con el derecho de la Unión Europea.

Imagínate que te trasladas de forma definitiva a otro Estado el 31 de agosto. Y has estado más de 183 días en España. Por lo que esto significa que eres residente fiscal en España hasta el 31 de diciembre y tendrás que tributar en España la totalidad de tu renta, incluida la obtenida en el otro Estado extranjero a partir del 1 de septiembre hasta el final del ejercicio.

¿Te han quedado más dudas sobre tus obligaciones fiscales y la residencia fiscal? Pídenos asesoramiento legal sin compromiso.