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¿Qué supone exactamente declararse insolvente?

Seguro que en más de una ocasión has escuchado que alguien se ha tenido que declarar insolvente por su situación económica y empresarial, ¿verdad? Pero no todo el mundo entiende qué es la insolvencia y qué implica realmente. Por eso hoy lo vamos a analizar en nuestro blog.

Insolvencia: Qué es y qué consecuencias tiene

La insolvencia es en concreto la imposibilidad de cumplir tus obligaciones económicas al no disponer de medios líquidos con los que afrontar la situación. La insolvencia es, por tanto, una situación jurídica que determina que una persona física o una empresa no puede hacer frente a sus deudas.

En el caso de las empresas, la insolvencia es sinónimo de quiebra o bancarrota, ya que el activo es inferior al pasivo que se exige. Por tanto, la empresa no puede pagar sus deudas.

Consecuencias de la declaración de insolvencia

Lo primero que hay que tener claro es que una declaración de insolvencia no exime de pagar las deudas pendientes, ni hace que esa deuda se acabe ipso facto.

En ese momento se inicia un procedimiento judicial para que la persona física o la empresa comiencen a negociar con sus acreedores de cada a conseguir un acuerdo de pago. Si finalmente se declarase un concurso de acreedores se deberá presentar toda la documentación necesaria para poder comenzar el trámite. Además, también se desarrollará un informe contable para poder catalogar el grado de insolvencia.

La mayor consecuencia para quien se declara insolvente es que esto queda legalmente registrado. Por lo tanto, es posible que provoque problemas en el futuro a la hora de pedir préstamos u otras líneas de crédito. Incluso de cara a posible oportunidades de negocio futuras.